De ruta inesperada hasta Ávila.

Como cada día de ruta quedamos en Duque de Pastrana… ah no coño que esta vez vamos a pasar ni más ni menos que por la Cruz Verde, el Mulholland Highway madrileño. Jajajaja.

De hecho en esta ruta íbamos a hacer muchas cosas no habituales. Quedamos ni más ni menos que a las 9:00 de la mañana!! De locos oiga! Llegamos a la gasolinera de Las Rozas y ya estaban esperando Teje y sus dos amiguetes.

Así que empezamos a pensar hacia dónde podemos ir hasta que a alguien se le ocurre mencionar Burgohondo.

• Buff, eso está muy muy lejos, no?

• Ya, pero hay un bar donde ponen unas sartenes de revolconas con huevo frito….

Más de uno salió con el casco sin abrochar sabiendo lo que esperaba a mitad de ruta. Pero antes, teníamos que disfrutar mucho antes de llegar allí; había que subir a la Cruz Verde, Cebreros, El Tiemblo y Navaluenga. 67 kilómetros de curvas y más curvas. La subida a la CV como cualquier fin de semana: paciencia y disfrutar del paisaje detrás de los coches. Una vez pasada la CV, gas hasta Robledo con curvas enlazadas y, a partir de ahí, viene lo mejor de camino a Cebreros y después al embalse de El Burguillo donde nuestros amigos de verde nos estaban esperando. Todos apretamos bien el culo hasta que con un golpe de mano el gigante verde nos dijo: Vamos, adelante! Ufff, seguimos ahora con la adrenalina un poco más baja. Más baja? Pero dónde va Teje?!!!?? Nos tiramos detrás de 5 Pedrosas que sacaban culo, rodilla, hombro, codo,… sacaban hasta la basura en cada curva. Mientras, Teje en modo continental les seguía fumándose un cigarro y yo detrás para grabarlo todo mientras me iba descojonando en el casco.

Y, por fin, llegamos a las sartenes. Coca-Cola para todos y unas revolconas para cada uno compartiendo planes moteros, que si la transpirenaica, que si dunas en Marruecos, que si barranquismo… ¿Barranquismo? Anda y tira a la moto.

Nos vamos hacia Burgohondo donde repostamos en una gasolinera italiana. Italiana porque tú te sirves, tú pagas y tú te imprimes el recibo. Vamos que abaratan costes quitando gente como en la mayoría de estaciones de servicio italianas.

Y ahora hacia dónde? Pues coño, si estamos al lado de Ávila!! Tiramos a Navalmoral y allí nos espera la mejor carretera hasta Ávila, toda en ligera subida con buen asfalto, visibilidad y curvas de todo tipo. 38 kms de diversión hasta divisar a lo lejos la muralla con un día espectacular.

Bordeamos Ávila y… piiiii piiiii, alguien pita, algo ocurre.

• Qué pasa Alex?!

• Nada tio, me meo.

• Que?!

• Que me meo tronco, que no puedo ni moverme en la moto.

• Jajajajjaa.

Tras la parada imprescindible para hacer aguas menores empieza la vuelta a la Cruz Verde, esta vez por la parte norte: La Cañada, Navalperal, Las Navas del Marques y su archiconocido Magalia, Cruz Verde. El primer tramos es rápido, todo curvas amplias y rectas que hacemos siempre a velocidades legales… Tras Navalperal y después de 3 horas de curvas volvemos a la realidad de los coches, las autocaravanas y los moteros de fin de semana…como nosotros jajajajaja.

Una buenísima ruta de casi 5 horas, dos provincias y 300 kilómetros sin sustos, divertidos y, sobre todo, con una buena dosis de colesterol. J Nos vemos el día 1 en el Jarama.